Es el nombre una novela
corta escrita por Gabriel García Márquez,
publicada en 1955. Es conocida por mostrar por primera vez Macondo, el pueblo ficticio hecho famoso en Cien años de soledad. La
hojarasca es un terreno de
pruebas para muchos de los temas y personajes más tarde inmortalizados en dicha
obra.
La narración de La hojarasca cambia entre las perspectivas de tres
generaciones de una familia (padre, hija y nieto), que se encuentran en un
limbo espiritual luego de la muerte de un hombre odiado fuertemente por todo el
pueblo, pero inexplicablemente relacionado con el patriarca de la familia.
El padre, un hombre envejecido y medio ciego que
posee el título de coronel en la aldea, siente la obligación de enterrar al
fallecido doctor, a pesar del consenso que hay en Macondo de que debería
pudrirse en la casa esquinera en la que él había vivido completamente aislado durante
la última década. La hija, Isabel, es obligada a acompañar a su padre, sabiendo
que ella y su hijo tendrán que hacer frente a la cólera de sus vecinos en
Macondo. La narración del nieto, por otro lado, se enfoca en lo misterioso y lo
maravilloso de la muerte.
RASTROS DE REALISMO MÁGICO
En adición a los temas de
ciclicidad e inversión que son las bases de la fluida narrativa de Cien años de soledad, La hojarasca muestra otras técnicas identificadas
con el realismo mágico, como la manipulación del tiempo y el uso de múltiples
perspectivas.
MASACRE DE LAS BANANERAS
Masacre perpetrada por
un regimiento de las Fuerzas
Armadas de Colombia bajo mandato presidencial de Miguel Abadía Méndez ejecutado bajo
orden del general Cortés
Vargas en el municipio
colombiano de Ciénaga el 6
de diciembre de 1928 quienes abrieron fuego contra un número indeterminado de manifestantes que
protestaban por las pésimas condiciones de trabajo en la United Fruit Company.
Varias versiones afirman
que la huelga transcurrió de forma pacífica, no obstante sí contaba con un
nivel de organización y apoyo popular inédito. Los altos representantes de la
bananera movieron sus influencias en el gobierno logrando que se trasladara un
contingente de soldados, al mando del Comandante General Carlos Cortes Vargas.
LA MASACRE
El 5 de diciembre fue el
día fijado para negociación de los 9 puntos del pliego de exigencias de los
trabajadores. Se estima en 5000 los trabajadores que estaban en la plaza cuando
fueron rodeados por unos 300 hombres armados. Contaban los sobrevivientes que
después de un toque de corneta el propio Cortes Vargas dio la orden de fuego
por 3 veces. Nunca se supo a ciencia cierta la cifra real de muertos. Las narraciones
populares orales y los documentos escritos dan cifras de entre 800 a 3 mil
asesinados, y agregan que los botaron al mar.
ENCUBRIMIENTO
- Según la versión oficial
del gobierno colombiano del momento sólo fueron nueve.
- Otra versión es aquella
contenida en los telegramas enviados el 7 de diciembre, un día después de la
masacre, por el consulado de Estados Unidos en Santa Marta al Departamento de Estado de los Estados
Unidos, donde inicialmente se informaba que fueron
cerca de 50 los muertos.
- Más tarde en su
comunicado del 29 de diciembre indicó que fueron entre 500 y 600, además de la
muerte de uno de los militares.
- Por último en su
comunicado del 16 de enero de 1929 indicó que el número excedía los 1.000.
Según el consulado.
IMPUNIDAD
El general Cortés
Vargas, comandante de las fuerzas del Magdalena y quien
dio la orden de disparar, argumentó posteriormente que lo había hecho, entre
otros motivos, porque tenía información de que barcos estadounidenses estaban
cerca a las costas colombianas listos a desembarcar tropas para defender al
personal estadounidense y los intereses de la United Fruit Company
BIBLIOGRAFIA
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